Aquéllos que sufren algún tipo de miopía y/o astigmatismo, y que por algún motivo no desean llevar gafas (estética, comodidad, etcétera). Tienen que desembolsar un dinero recurrente en la adquisición de sus lentillas.
Hay muchos tipos de lentillas, con características muy diversas, pero las más frecuentadas son las desechables con un mes de duración. En este hecho es dónde quiero incidir en mi análisis, porque la mayoría de sus usuarios no las usa a diario, ‘tirando el dinero’ por tanto. Hay que tener en cuenta que una vez que se empiezan a usar duran un mes, por lo que si no las usamos estamos haciendo un uso ineficiente desde el punto de vista económico.
Por ello, antes de formarnos nuestra decisión de compra, es muy importante analizar qué porcentaje de días al mes tenemos la necesidad de usar lentillas, y en consecuencia optar por aquella variedad que nos permita optimizar el gasto, de manera que si no las usamos a diario, nos decantemos por las desechables diarias, porque además son mucho más higiénicas y saludables.
Imagen | gilbertofilho
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