El gasto en gasolina y gasóleos es uno de los más importantes dentro de la economía familiar, puesto que la necesitamos para desplazarnos hasta el puesto de trabajo, llevar nuestros hijos al colegio, y para otros desplazamientos. Con los sucesivos incrementos de su precio se ha ido notando cada vez más su peso dentro de nuestro presupuesto, hasta el punto de que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha realizado un estudio en el que se concluye que uno de los países miembros de la Unión Europea con los combustibles más caros es la propia España.
Según dicho informe ya en el pasado año nos encontrábamos por encima de la media de la Unión, hasta alcanzar unos niveles que nos obligan a coger el coche únicamente para lo estrictamente necesario. Y ya con la vista puesta en las vacaciones, seguramente tengamos que desembolsar más euros para llenar el depósito de nuestro automóvil en comparación con el pasado año.
Otra connotación curiosa que de desprende de dicho análisis es la gran velocidad a la que las subidas del precio del petróleo se trasladan a los precios finales, y lo lento que bajan cuando desciende el precio de estos. ¿No tiene mucho sentido verdad? Pues otra injusticia más para el consumidor.
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En Ahorro Diario | Gasolina a un euro en Italia con Fiat