Desde hace años con el desarrollo de los medios de pago, nos hemos olvidado de la práctica de salir con dinero en efectivo para realizar nuestras compras, utilizando a menudo nuestra tarjeta bancaria (débito y/o crédito).
Es cierto, que esta práctica tiene sus bondades como son:
-
La comodidad y la seguridad de evitarnos manejar ciertas cantidades de efectivo
-
Minimización del impacto económico ante un posible robo
-
La comodidad de no tener que hacerse con nuevas cantidades de efectivo, siempre y cuando tengamos saldo disponible en nuestra cuenta corriente
Pero, por contra, está demostrado que esta práctica también tiene sus incovenientes. Al confirmarse que cuando nos disponemos a realizar compras con nuestra tarjeta bancaria, siempre gastamos más que cuando las realizamos con dinero en efectivo.
Por ello, hagan ustedes la prueba, antes de disponerse a comprar, saquen el dinero en efectivo que tengan previsto emplear en sus comprar, y verán como el ahorro es posible, al ser más conscientes de lo que gastamos.
Imagen | archim
En Ahorro Diario | Recuerde la utilidad del seguro asociado a su tarjeta de crédito