En estos días todos estamos expectantes ante las nuevas reformas y alzas de impuestos que se desarrollen con motivo del segundo plan de reformas nacionales, con el que el ejecutivo de Mariano Rajoy pretende ajustar más si cabe el déficit presupuestario. Estas semanas se han barajados muchas posibilidades, pero en lo que respecta a la materia impositiva, está ganando muchos enteros el incremento del gravamen de las bebidas espirituosas.
Aunque fuentes cercanas al Ministerio de Industria creen que en principio esta subida deja fuera al vino y a la cerveza, podría incrementar los impuestos al alcohol hasta en un 10%, lo que podría incrementar de manera notable el precio final que pagan los consumidores por este tipo de productos.
Aunque siendo realistas, esta subida de impuestos no afecta a la cesta de la compra, al tratarse de un producto de lujo, es posible que aumente el fraude en este tipo de bebidas, ya que cada vez más cuando salimos por la noche nos encontramos con que cada vez son más los establecimientos hosteleros que cobran a precio de oro las consumiciones cuando la calidad no siempre acompaña.
Imagen | sami73
Vía | El Economista
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