Ya hemos hablado en muchas ocasiones en estas páginas sobre la creciente presión fiscal que están ejerciendo las distintas administraciones sobre los ciudadanos. Un ejemplo más sobre esta cuestión es el debate respecto al impuesto del patrimonio, un impuesto autonómico, que grava la riqueza de los contribuyentes a partir de un cierto nivel.
Ya son muchas las Comunidades Autónomas que lo aplican, y otras como la Comunidad Valenciana y Baleares, que no pensaban introducirlo en los presupuestos del próximo ejercicio fiscal de 2013, finalmente lo implementarán, de tal modo que la Comunidad de Madrid será la única que no lo incluya.
Sobre esta cuestión hay muchas opiniones, ya que algunos lo ven como una figura tributaria con una política claramente redistributiva, y otros, como un pago adicional a los que ya realizaron por adquirir ese patrimonio y los que realizan por su mantenimiento. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Está justificada su introducción?
Imagen | uayebt
Vía | Cinco días
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