Por todos es conocido que cada vez es más difícil emanciparse, pero como consecuencia del recrudecimiento de la crisis económica, el incremento del coste de la vida, las dificultades para encontrar un empleo, o la incertidumbre de los que tienen un trabajo, están teniendo como consecuencia de que cada vez sean menos los jóvenes que decidan marcharse de casa.
Para poner cifras, solo dos de cada diez españoles han sido capaces de tomar esta decisión, lo que lleva a que cada vez sea más frecuente encontrar hijos con una edad cercana a los cuarenta años viviendo con sus padres.
Si no se producen cambios en la situación socioeconómica de los españoles, la situación seguirá a agravándose. ¿Estaremos condenados a no poder hacerlo?
Imagen | Alfonso Benayas Vía | El Economista En Ahorro Diario | Las rebajas de precios llegan con intensidad a los pisos nuevos