El seguro que supone un mayor desembolso para las familias es el del automóvil, y desde la llegada de la crisis y la menor disponibilidad de recursos, cada vez nos cuesta más pagarlo, por lo son muchos los conductores los que se aventuran a circular sin él, una decisión que comporta grandes riesgos, que no se conocen en todos los casos.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la primera cosa que nos puede ocurrir, es una sanción administrativa de hasta 3.000 euros, y segundo, y la más gravosa, es el hecho de quedarnos sin cobertura, de tal modo que si tenemos un accidente deberemos responder con nuestro patrimonio, lo que puede derivar en una situación de auténtica ruina económica.
Otra opción que tenemos es fraccionar el pago en recibos trimestrales o mensuales el importe del seguro para afrontarlo de una manera más cómoda, una opción que generalmente sale más cara porque implícitamente se pagan intereses, pero que en cualquier caso podemos intentar negociar si necesitamos liquidez o nuestra situación financiera no nos lo permite hacerlo en un único pago.
Imagen | certo
Vía | El Economista
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