El entorno económico está favoreciendo un resurgir de la denominada economía de trueque en muchos lugares de nuestra geografía, especialmente en los pueblos más pequeños y zonas rurales, donde los distintos usuarios intercambian bienes y servicios sin apoyarse en una moneda que sirva como referencia para asignar un valor y como medio de pago para cada uno de los intercambios.
En este sentido me ha llamado la atención una curiosa iniciativa que ha materializado un grupo de 250 personas en Málaga. Con la que los distintos usuarios pueden realizar 'pagos virtuales' por el consumo de determinados productos como huevos ecológicos, hortalizas y otros alimentos. Así como para el pago de servicios como estancias en alojamientos rurales, masajes y otros.
Este es un sistema nuevo que habrá que evaluar con el paso del tiempo, para así comprobar su validez a largo plazo, y sobre todo, si es una alternativa real al capitalismo. Por lo pronto es de destacar que han fijado el precio de la hora de trabajo en 10 comunes (nombre de la moneda), y que la deuda máxima que los usuarios del sistema pueden mantener es de 300 comunes. ¿Cuál es su opinión al respecto?
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