Dentro de la agenda de recortes del Gobierno regional de Cataluña, en los últimos meses se ha decidido endurecer las condiciones para optar al cobro de la renta mínima de inserción, cuya cuantía asciende a 420 euros mensuales, y que el propio Departamento de Empresa y Empleo de la Generalitat define del siguiente modo:
La renta mínima de inserción (RMI) es una acción de solidaridad de carácter universal que tiene como finalidad el desarrollo coordinado de las acciones destinadas a ayudar a las personas que no disponen de los medios económicos suficientes para atender las necesidades esenciales de la vida cotidiana, mientras se les prepara para su inserción o reinserción social y laboral.
De tal modo que tras alcanzar los 110.000 beneficiarios en el mes de agosto del pasado año 2011, se han reducido aproximadamente en 50.000 los perceptores, por lo que actualmente solo la reciben 62.184 personas. Sin ánimo de entrar en la discusión de que exista un porcentaje mayor o menor de beneficiarios que la cobra mientras lleva a cabo otra actividad o en el extranjero, lo que es cierto es que dicha renta consiste en una ayuda muy importante para familias que no cuentan con otro tipo de ingresos, y que cada vez están siendo mucho más duros los requisitos para obtenerla.
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Vía | El Confidencial autonómico
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