Una práctica habitual, e incluso de ocio, es la de ir a las tiendas a ver lo que tiene, para lo que los anglosajones han acuñado el término de 'showrooming'. La noticia es que en Australia, algunos tenderos se están cansando de esta práctica.
Y para limitarlo no se les ha ocurrido otra cosa que cobrar por ello, hasta el punto de que llegan a reclamar a sus clientes la cantidad equivalente a cinco euros por curiosear, y hasta veinte euros por probarse alguno de sus artículos.
No sé si finalmente esta tipo de medidas se acabarán extendiendo a países como el nuestro, en un momento en el que tal vez los clientes recurran más a este tipo de prácticas, pero que seguramente sea porque nos pensamos mucho más nuestra compra antes de tomar una decisión. ¿Qué les parece esta medida? ¿Es excesiva?
Imagen | Yahoo
Vía | Yahoo
En Ahorro Diario | Antes de reservar unas vacaciones, buscamos más que nunca