Hace unas semanas me di cuenta de un pequeño truco para ahorrar con el queso y que hoy quiero compartir con todos vosotros. Porque cuando nos disponemos a comprar queso rallado para los macarrones, para las pizzas o para las ensaladas, si nos fijamos en el precio por kilogramo nos llevamos una desagradable sorpresa.
Resulta que el precio del queso rallado es muy superior al de otros formatos de la misma variedad de queso, una diferencia que puede llegar a superar los 4 euros por kilogramo, por lo que podemos conseguir un ahorro importante si lo rallamos nosotros mismos.
Rallarlo es una tarea sencilla, y además nos lleva muy poco tiempo, lo que además cuenta con la ventaja de poder rallar la variedad que más nos guste y combinarlo del modo que más nos guste. ¿Conocían ya este truco? ¿A qué otros alimentos podría aplicarse?
Imagen | dgbury
Vía | Gizmodo
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