Ayer por la tarde mi compañera Maty nos anunciaba en estas páginas la triste noticia de que el IVA subirá el año próximo, un varapalo para las economías domésticas dentro de la agenda de recortes del Gobierno siempre se ha negado la mayor, subir el IVA, de tal manera que muchos pensábamos que era la única acción a la que nunca se recurriría en dicha agenda.
Pero el deterioro de la situación económica y la batalla por el déficit fiscal ha dejado la puerta abierta a una subida del IVA y/o los consumos especiales (hidrocarburos, alcohol y tabaco) en el próximo ejercicio de 2013. Pero, ¿qué consecuencias tendrá sobre la economía española y las familias?
El IVA es un impuesto que afecta a todos por igual, porque aunque con distinto gravamen, penaliza las decisiones de consumo de todos los consumidores sea cual sea su nivel de renta, y además no es discriminatorio, porque pagarán el mismo IVA por los mismos consumos (por ejemplo un rico y un pobre pagarán el mismo 4% de IVA por adquirir un kilo de tomates en el mercado).
Tal y como sucedió en la anterior subida en el mes de julio del año 2010, cuando se incrementó el gravamen general del 16% al 18%, el consumo retrocedió. Así que a día de hoy tengo mis dudas sobre si este nuevo ajuste permitirá recaudar 8.000 millones de euros adicionales, justo cuando perjudicará nuevamente el consumo. Este rumor que cada vez tiene el peligro de convertirse en una realidad, hará retroceder el consumo y al mismo tiempo la renta disponible. ¿Hasta cuándo seguiremos empobreciéndonos? Por el momento ya nos hemos enfrentado a una subida del IRPF, y ahora nos toca la del IVA.
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En Ahorro Diario | Una subida del IVA hubiera sido menos lesiva para el bolsillo de las familias