Desde que tengo uso de razón, los coches diesel han sido escogidos por las empresas y las familias para minimizar el coste del combustible, al ser su precio históricamente más barato que la gasolina. Una diferencia que puede llegar a suponer un ahorro importante al año, y ya ni hablamos si tenemos en cuenta toda la vida del vehículo.
Es cierto que teniendo en cuenta este ahorro potencial, muchos hemos elegido un coche diésel, que a pesar de ser más caro, hemos supuesto que durante todo el tiempo en el que hagamos uso de él, nos compensará el pagar un combustible más barato.
Paradójicamente, llevamos un par de semanas con el gasóleo (1,35 euros por litro) más caro que la gasolina (1,28 euros por litro), y aunque esta situación es transitoria y no tiene pinta de permanecer mucho tiempo en los electrónicos de las estaciones de servicio, por lo menos nos da para meditar sobre si realmente interesa comprar un vehículo diesel frente a uno de gasolina. ¿Cuál es su opinión?
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