¿Merece la pena ir a una gasolinera más barata que está más lejos?

¿Merece la pena ir a una gasolinera más barata que está más lejos?
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A la hora de llenar el depósito el ahorro de unos pocos céntimos por litro pueden suponer un importante ahorro. Sólo 10 céntimos de diferencia equivalen a 200 euros de ahorro al año para alguien que consuma 40 litros por semana.

Encontrar la gasolinera más barata es fácil, todo el mundo conoce ya la página del Ministerio de Industria Turismo y Comercio que recoge los precios de todas las estaciones de servicio que hay en España. Ahora sólo cabe cuestionarse si merece la pena acudir a la más barata aún cuando está más lejos.

Paso 1: calcula el gasto en euros por kilómetro.

Puedes fiarte del consumo que marca el ordenador de abordo, o poner el contador a cero y comprobar cuántos kilómetros puedes hacer entre reserva y reserva y cuántos euros cuesta llenar el depósito una vez ha entrado en reserva. Este dato se divide y obtenemos lo que nos cuesta recorrer un kilómetro.

¡Cuidado!, publicamos esta oferta hace más de dos semanas, y el precio puede haber cambiado. Para no perderte ninguna oferta, suscríbete a nuestro Telegram, Twitter o síguenos en Facebook con Compradicción (con todas las ofertas) y Compradicción Lifestyle (solo con las ofertas de Moda, Belleza, Deco, Deportes y Bebés) y las recibirás en cuanto las descubramos.

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Paso 2: calcula cuánto te cuesta llegar.

Una vez tenemos el precio por kilómetro ya podemos calcular fácilmente y en el mapa que aparece en la propia web lo que nos cuesta llegar a las diferentes gasolineras.

Para ello bastará con emplear la herramienta medir, que nos proporciona la distancia entre la estación de servicio y otro lugar, ya sea nuestra casa o cualquier otro punto por el que concurramos de forma habitual.

Otros usos curiosos que podemos hacer del precio por kilómetro que consume nuestro coche es saber, por ejemplo, cuánto nos cuesta llegar al trabajo, y compararlo con lo que nos costaría ir en transporte público.

O lo que nos cuesta llegar a diferentes supermercados o centros comerciales, de modo que obteniendo por otra parte el ahorro que supone una misma cesta de compra entre dos centros podemos obtener el ahorro neto: diferencia de precio + diferencia de gasto por desplazamiento.

Si queremos ser más meticulosos al precio por kilómetro le podemos añadir otros gastos propios del coche: mantenimiento periódico, seguro, ITV, IVTM, o incluso el valor de compra dividiéndolo entre los kilómetros estimados de vida útil.

Foto | Futureatlas.com
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