Como ustedes conocen, muchos comerciantes y empresarios se debaten estos días entre repercutir o no el incremento del gravamen a sus clientes. Hoy queremos señalar el caso de los taxistas madrileños, que han decidido absorber la subida para que dicho cambio tributario no afecte a su demanda, que ya ha caído aproximadamente un 40% desde el inicio de la crisis económica.
Tal y como argumenta el colectivo, las circunstancias no son las mejores, pero tampoco las tienen el bolsillo de los ciudadanos, que ante los recortes, el desempleo y las bajadas de sueldo en muchos casos, cada vez tienen que hacer más malabares para llegar a fin de mes, optando por tomar otros medios de transporte, que aunque más incómodos, resultan más económicos.
La subida que le hubiese correspondido sería cercana al 2%, puesto que su gravamen ha pasado desde el 8% al 10%, lo que repercutirá en una menor ganancia. No obstante, tenemos que poner estas afirmaciones en cuarentena, porque es posible que en los próximos meses si suban los precios, y estas palabras queden solo en una mera campaña de marketing.
Imagen | rahego
Vía | El Mundo
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