Hace tan solo unos años resultaba raro que los que los que invirtiesen en títulos-acciones de empresas cotizadas en nuestra bolsa de valores, obtuviesen sus dividendos acciones y no en metálico. Pues bien, con el avance de la crisis y la incidencia que ha tenido esta sobre las cuentas de resultados de muchas empresas cotizadas, se han ido introduciendo cambios en la retribución de sus accionistas.
Uno de estos cambios es una nueva fórmula de retribución que consiste precisamente en la retribución en títulos, que ya supone el 25% de los casos, de tal manera que al inversor se le 'premia' con un mayor peso en el accionariado de la compañía al tiempo que se le priva de liquidez. Justamente es esto último lo que no abunda en muchas empresas, que buscan con la retribución mediante acciones evitar que se les 'escape' la tesorería que tanto necesitan para atender las necesidades del negocio.
No obstante, como inversores, podemos decidir hacer líquidos los títulos (que por lo general están muy baratos) que nos asignen en cada momento mediante su venta a mercado, pero todo ello dependerá de nuestras expectativas sobre la apreciación de los títulos y las necesidades de liquidez que tengamos.
Imagen | javieremot
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