La crisis económica ha forzado a muchas familias a cambiar sus preferencias en cuanto al destino y a la forma de disfrutar las vacaciones, siendo una de las opciones que han tenido una mayor demanda el solicitar los servicios de un camping. Esta manera de descansar pasando unos días en la sierra (o en la playa donde cada vez hay más) es de las más económicas y que más en contacto con la naturaleza nos brindan.
Los precios oscilan dependiendo de la ubicación de este, así como de los servicios que se nos ofrezcan, y de otro tipo de factores como el número de reservas (demanda) del lugar en cuestión, pero podemos conseguir pasar una semana de vacaciones para toda la familia por menos de 200 euros a la semana, sin notar a penas muesca económica alguna en el bolsillo por habernos ido de vacaciones.
A pesar de las dificultades, son muchas las familias que no quieren renunciar a unos días de descanso, y para ello se buscan formar alternativas de disfrutarlas, estamos dejando de irnos dos semanas a un hotel, para irnos solo una, o manteniendo la misma quincena fuera de casa pero en un alojamiento más económico como por ejemplo un camping, que a pesar de algunas incomodidades que presenta, suele compensar a gran parte de la demanda por el ahorro que supone.
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