Los años de la burbuja inmobiliaria también se han caracterizado por una escalada sin fin del recurso al crédito por parte de las familias, alcanzando cotas de endeudamiento jamás conocidas en nuestra historia reciente. Pero por suerte, esta situación está comenzando a cambiar, al menos, así lo ha constatado un informe del Banco de España en el que se concluye que la deuda de las familias españolas con entidades de crédito se ha reducido.
Dicha reducción se ha producido principalmente en la deuda hipotecaria, que al cierre del pasado ejercicio de 2012 se situó en los 642.043 millones de euros, casi un 4% menos que la existente al final del mismo período del año anterior, y con visos de seguir reduciéndose en los próximos años.
Esta evolución seguramente ha tenido lugar por dos fuerzas distintas, por un lado le menor demanda de crédito, y segundo, por la amortización natural de los préstamos que actualmente tienen tomados las familias con entidades financieras. Apuntando un cambio de tendencia dónde se desprende que a la hora de comprar algo ya cada vez pensamos menos en endeudarnos, comprando con dinero contante y sonante.
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Vía | Expansión
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