1. Ojo con los suelos
Estos días se está viendo en televisión como muchos ya han descubierto con estupor que a pesar de la bajada del Euribor y tras la revisión de su hipoteca apenas les ha bajado la cuota de ésta.
Y es que cada vez son más los bancos que se suman al carro de aplicar un límite de interés mínimo para cubrirse ante posibles bajadas del Euribor.
Pero lo que no puede justificarse en modo alguno es que muchas entidades ni mencionen este hecho, salvo que nos detengamos a leer la letra pequeña.
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2. Hipotecas a 50 años
Que a más años de préstamo pagaremos también más intereses, y viceversa, es algo que todo el mundo entiende. Pongamos un gráfico para verlo más claramente con una hipoteca de 160.000€ al 4% de interés:
Lo que mucha gente no sabe es que la cuota no decrece al mismo ritmo que aumentamos los años. Por el contrario, llega un punto en que por más que lo alarguemos en el tiempo apenas disminuye. Misma hipoteca que el ejemplo anterior:
Esto no debería ser ningún problema si no tenemos comisión por amortización. Que dicho sea de paso desde mi punto de vista es la comisión más importante de todas las que puede tener una hipoteca.
3. ¿Cuándo amortizar?
Muy posiblemente queramos ir quitando cuota o plazo a medida que conseguimos juntar unos ahorros, no sólo con el fin de ahorrar en intereses y quitarnos el agobio de estar hipotecados cuanto antes, sino también para aprovechar hasta los 9.000 euros anuales de desgravación fiscal.
¿Cuando amortizar? La respuesta es sencilla: si no puedes obtener un rendimiento superior al que vas a ahorrar haz la amortización ayer mejor que hoy, y hoy mejor que mañana, es decir no tiene sentido esperar (salvo que se establezca un mínimo), cuanto antes mejor.
4. Comisiones: coge la calculadora y negocia
A la hora de optar por uno hipoteca u otra no sólo es diferencial que nos apliquen es importante. También lo son el resto de comisiones y productos que el banco nos obligue a contratar.
De modo que difícilmente podremos saber a ojo qué hipoteca es más barata hasta que no nos sentemos a hacer cálculos tranquilamente.
Tampoco está de más preguntar qué gastos tendrá nuestra cuenta corriente, ya que a buen seguro domiciliar la nómina será uno de los requisitos que nos pondrá el banco.
No dudes en negociar las comisiones todo lo posible, por norma general la persona que nos atienda tendrá margen para hacerlo.
5. Crédito hipotecario no es lo mismo que préstamo hipotecario
Me he dado cuenta que muchos bancos tratan de “colar” créditos hipotecarios como préstamos hipotecarios, sin advertir en ningún momento de los inconvenientes que tienen.
Al contrario, nos ofrecerán este producto como lo más flexible y bueno del mercado, ya que permite disponer con facilidad del capital amortizado.
Aquellas personas que en su día contrataron un crédito de este tipo se han encontrado con un gran problema: no es posible subrogar su hipoteca a ninguna otra entidad.
Es decir, se encuentran atados de por vida a lo que firmaron en su día, sin posibilidad de cambiar de banco y lo más increíble de todo con unas condiciones pésimas.
Foto | Daniel Villar
En Ahorro diario | ¿Reducir plazo o cuota en la hipoteca?