Cada día en la televisión nos bombardean con publicidad de cremas, champús, geles de baño… Un sinfín de productos dedicados a mostrarnos lo maravilloso que nos quedaría ese pelo pantén extramegahipervitaminado y superrevitalizado, o lo rejuvenecida que nos quedará la piel con la crema con extractos de caviar, perlas de oro o innombrables compuestos químicos pseudorrevolucionarios.
Pero como en las pulseras holográficas, nos dejamos llevar por las promesas maravillosas del producto, sin pararnos a pensar si es mínimamente posible lo que nos ofrecen.
Y es que una de las grandes falacias de nuestro tiempo, admitidas comúnmente, es creer en los beneficios que esos productos “vitaminados” pueden ejercer en nuestra piel o nuestro pelo.
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Olvidamos que el pelo está formado por células muertas, y por tanto, es sencillamente imposible “nutrir” o “vitaminar” algo inerte. Y lo mismo ocurre con la piel externa. El pelo visible está muerto y no se le puede alimentar. Los aminoácidos y las proteínas no se pueden absorber por la piel y las vitaminas asociadas no se ha demostrado que actúen eficazmente sobre el pelo.
Lo único que podemos hacer con una piel seca o un pelo seco o castigado es hidratarlo, o engrasarlo. Es decir, maquillarlo. Por tanto, vender como “vida” lo que en verdad es “maquillaje”, a parte de ser publicidad engañosa, es una manera de sacarnos los cuartos tan despreciable como hacernos creer que una pulserita de goma nos va a mejorar el sueño y el equilibrio corporal.
Para tener un pelo magnífico no hay nada mejor que llevar una dieta sana y equilibrada, porque para mejorar el aspecto y duración del folículo piloso (única parte del pelo viva, y alojada dentro de la epidermis) hay que alimentarla desde dentro (endógenamente) y no con potingues (exógenamente), ya que ni las vitaminas ni los aminoácidos son absorbidos por los poros de la piel.
De hecho, la única forma de que los nutrientes y vitaminas de un champú nos sirvieran para mejorar nuestra estructura capilar pasando al interior de nuestro organismo sería bebiéndonos su contenido… Y qué queréis que os diga… a mi me sabe a rayos.
Ni el más caro de los champús puede compararse con una buena dieta. Y eso es un hecho. Es más, según que champús acaban con la protección natural del cabello: el sebo o grasa natural.
Resumiendo bastante, el pelo visible “postepidérmico” es como una fibra, un hilo, una estructura proteínica compuesto por una cadena de células muertas unidas, recubiertas por una grasa natural segregada por el folículo piloso de cada cabello, y cuya misión es la de protegerlo de agentes externos. Pero este sebo o grasa natural tiene también la desventaja de atraer la suciedad y la caspa que el propio cuero cabelludo segrega (exceso de sebo, piel muerta, etc.)
Cualquier champú tiene como agente principal el jabón, que separa el sebo del pelo al mezclarlo con agua, y por tanto elimina la suciedad. Determinados agentes de los champús (surfectantes), y esto es lo que los diferencian de los jabones normales, actúan controlando que se elimine únicamente el sebo sobrante, para no dejar desprotegido del todo al cabello. Pero otros componentes, totalmente prescindibles, sí que influyen en que el sebo vaya paulatinamente desapareciendo, acabando con la capa natural que proteje nuestro cabello.
Por tanto, un champú normal y corriente, que nos hidrate el cabello y que respete el Ph del sebo segregado por el folículo piloso, nos bastará para tener nuestro pelo limpio y sano. Dejémonos de monsergas en forma de componentes innombrables, generalmente en forma de palabras esdrújulas, o acabaremos teniendo la melena tan suave y tersa como la de los hermanos Matamoros.
Y lo mismo ocurre con las cremas antiarrugas, que lo único que pueden hacer con la piel es engrasarla o hidratarla. Una piel grasa siempre es brillante. Y si está hidratada, no tiene arrugas. Es una ley elemental de la biología. Ah, y ahora que llega el verano… ¡haced el favor de usar crema hidratante y protección solar!
¿Qué opináis? ¿Sois fan incondicionales de los potingues? ¿Creéis que un champú es mejor que otro por sus supuestos nutrientes? ¿Nos restregamos baba de caracol para estar más jóvenes?
Imagen | Stewart Leiwakabessy
Via | Kurioso
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