Un año más tenemos que hablarles sobre la reducción de la inversión crediticia por parte de las entidades financieras, un decremento que se que se ha cifrado en el 32,6% en el pasado ejercicio de 2011, frenándose hasta las 409.337 operaciones según el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que complica sobremanera el objetivo de acabar con el stock de viviendas, que se presume que seguirá para bastantes años más.
Si nos fijamos en el montante total de préstamos solicitados, este fue de poco más de 45 millones de euros, nada más y nada menos que un 35,5% menos que en el año anterior. Lo que confirma que la demanda de crédito también es menor, y menores los importes de las hipotecas de nueva concesión.
En paralelo a la reducción del crédito, he de comentar que estas cifras siguen siendo nefastas como consecuencia de la incertidumbre que se vierte sobre el mercado de trabajo, unas circunstancias que animan poco a los potenciales compradores de vivienda, que prefieren vivir de alquiler y posponer su decisión de consumo.
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