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La oferta de estudios universitarios es muy amplia en nuestro país, una oferta que gracias al avance de los derechos sociales y sobre todo, el derecho a la educación, ha permitido a muchos estudiantes acceder a la formación superior con independencia de su nivel de renta y los recursos familiares. Pero en la actual época en la que parece ser que lo único que importa es reducir el déficit, casi todo vale para recortar, ya se trate de sanidad, educación, o cualquier otra materia.
En esta ocasión, queremos fijarnos en una nueva pretensión del Gobierno de la nación, que ahora se plantea subir las tasas universitarias nada más y nada menos que un 50%, incrementando notablemente el coste que han de sufragar los estudiantes, justo en un entorno en el que los recursos son menores, y potencialmente menor la ayuda familiar con la que pueden contar, como consecuencia del alza de precios y las dificultades en el mercado de trabajo.
Bien es cierto que las tasas y los precios públicos que abonan los estudiantes universitarios en concepto de matrícula no hacen referencia a su coste real, si no que únicamente pagan una parte del coste total del servicio, siendo muy importante tener siempre presente que cada alumno cuesta dinero, y necesita una inversión por parte del Estado que ha de ser aprovechada. Pero, ¿es apropiado subirlas tanto?
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En Ahorro Diario | Las subidas de tasas en la Universidad