El asunto de las preferentes ha dado y seguirá dando que hablar, saliendo de nuevo a la palestra tras afirmar el Gobierno que endurecerá las condiciones de contratación para los inversores particulares (pequeños inversores), de tal manera que con ello se consiga reducir evitar lo sucedido en los últimos años.
Aunque todavía no se conocen las nuevas restricciones, todo apunta a que en el próximo consejo de Ministros, se decidirán tres nuevas medidas relacionadas con: un mayor porcentaje de la emisión destinada a la compra por parte de inversores institucionales, una inversión mínima, y una catalogación de los productos complejos obligatoria en todas las entidades financieras, de tal modo, que el inversor potencial declare de su puño y letra que aunque no sean productos adecuados para su perfil desea contratarlos.
En mi opinión, estas medidas deberían ser aún más duras, porque no limitan mucho que digamos a todo aquél quiera contratarlas, sobre todo, cuando se deja guiar por rentabilidades muy golosas en comparación con otros activos, ignorando los riesgos que conllevan tal y como se ha demostrado en los últimos meses con diversos acontecimientos.
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Vía | El Mundo
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