Tal y como hemos escuchado en los medios, durante las últimas semanas se han reunido los sindicatos y la CEOE con el objetivo de llegar a un punto de encuentro para evitar que el gobierno legisle sobre la evolución de los salarios en los próximos años mediante un decreto-ley, que se entendería como una imposición.
En esencia la subida salarial pactada para los próximos cuatro ejercicios económicos no superará el 0,6% por año, y solamente se añade una clausula de revisión adicional si el Índice de Precios al Consumo (IPC) supera el 2%, a la par que da entrada a otros indicadores como la subida del petróleo, o el Producto Interior Bruto (PIB).
De esta noticia, se desprenden dos grandes lecturas, por un lado, indica que las familias españolas se tendrán que seguir apretando el cinturón en los próximos cuatro años al 'pseudo congelar' su poder de compra, al tiempo, y ahora viene la cosa buena, que se da entrada a otras variables que no se incluían en el IPC, como son fundamentalmente los productos energéticos, ligando los salarios un poco más a la realidad del incremento de precios que cada mes sufren las familias.
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En Ahorro Diario | El 2011 comienza con alza de precios también en los productos básicos