Hace unos meses mi compañera Sara nos hablaba sobre lo que significa un certificado energético para las viviendas, presentándonoslo como un instrumento que estaba estudiando el gobierno para promover unas viviendas más eficientes energéticamente, y dicho sea de paso recaudar.
Pues bien, el pasado viernes se confirmaron los rumores, y mediante un conjunto de medidas aprobadas en Consejo de Ministros, se ha determinado que los usuarios que deseen alquilar o vender una vivienda deberán hacerse con un certificado energético de la vivienda, por lo que deberemos asumir un nuevo coste, un nuevo varapalo para nuestros bolsillos.
Aún no se conoce con exactitud el precio de este tipo de certificaciones, pero parece ser que se moverá entre los 200 y 300 euros para una vivienda mediana. ¿Creen que se trata de una información útil para los compradores y arrendatarios?
Imagen | gabofr
Vía | Libremercado
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