Los estudios (fuente: Consumer) indican que el precio de los pisos ha descendido en 2008 entorno al 10% y se espera que sigan descendiendo entre 2009 y 2010 entorno a un 20 o u 30%.
Esos datos, unidos a la incertidumbre del paro que se cierne sobre muchos puestos de trabajo y a la paralización en la concesión de crédito de las entidades financieras, nos llevan que la lógica diga que es el momento de esperar para comprar un piso.
Pero también es cierto que en estos momentos nos podemos aprovechar de algunos chollos que surjan de vendedores particulares o promotoras a los que les urge vender y de los tipos de interés a unos niveles más bajos que nunca.
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Además, si tenemos un piso para vender, puede descender en los mismos niveles que el piso al que vamos a comprar, y cuando se inicie el ciclo creciente en la economía, va a haber una gran demanda de compra de pisos de todas las personas que han estado esperando.
Así que, si vemos una buena oportunidad y nos cuadran nuestros números, deberíamos aprovecharla y comprar el piso.
¿Y cuál es la realidad? Llevo un año buscando un piso para cambiarme. En Bilbao, el nivel de promociones nuevas no es tan grande como en otras ciudades españolas, por lo que el descenso en el precio de los pisos apenas se nota.
Han bajado el precio de pisos difícilmente vendibles (altos sin ascensor, pisos oscuros, pisos a los que hacer una gran reforma, pisos sin garaje, etc.), pisos que antes de la crisis se vendían porque no existía posibilidad de comprar otros, pero que ahora no encuentran salida aunque se rebaje su precio más del 20%.
Pero los pisos bonitos, esos que te gustan, a los que sí irías a vivir, no han bajado ni un céntimo, y en muchos casos su precio está por encima de 6.000 euros el metro cuadrado. Los hijos del babyboom seguiremos teniéndolo difícil para comprar una vivienda digna.
Imagen | Flickr de Daniel Villar
Fuente | Consumer
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