Me he quedado anonadado al ver en el documental MacHeads, cómo algunos ven a Apple como una religión, y a Steve Jobs como su Dios. Jamás entenderé ese absurdo fanatismo hacia una marca.
Me parece ridículo que alguien se tatúe el logo de una marca, se ponga una camiseta con la foto del CEO de una compañía, hagan cola durante toda la noche para asistir a las Keynotes y sigan la presentación de nuevos productos con una euforia totalmente desmedida.
Pero incluso al margen de esos pocos fanboys extremos, creo que la mayoría de usuarios de Mac exageran, han perdido el contacto con la realidad, o hace tiempo que no le echan el guante a Windows. Y he sido durante años usuario de MAC, por lo que hablo con conocimiento de causa.
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La discutida carencia de virus, su supuesta mayor estabilidad y sencillez de uso son las características de las que más suelen alardear los Macqueros. Todo ello siempre en comparación al tan odiado y despreciado Windows.
Sin embargo desde que uso XP con SP2 no recuerdo que jamás se haya bloqueado el sistema por completo (alguna aplicación en concreto sí), desde que dejé de usar Windows 98 no he vuelto a ver ningún pantallazo azul, y desde que tengo una mínima precaución con los archivos que ejecuto no he sido victima de ningún virus.
Hablemos de dinero. Un PC básico de sobremesa, suficiente para las tareas más comunes (Internet, música, vídeo y office) hoy en día puede encontrarse nuevo desde 240 euros, mientras que el Mac más básico arranca en 480 euros, y con peores características:
Dejando de lado las preferencias estéticas tanto del hardware como del propio entorno gráfico del sistema, que son algo subjetivo, hoy por hoy un PC presenta una indiscutible mejor relación prestaciones/precio para el típico usuario doméstico.
El precio de un miniportátil o netbook ronda los 300 euros. En Mac sencillamente no existe nada parecido, y aunque no sea comparable el portátil más económico cuesta 900 euros. Y si requerimos una mayor potencia, con el resto de ordenadores sucede exactamente lo mismo. Siempre encontramos un PC equivalente a un precio muy inferior.
Lo único que cabe preguntarse es si Mac OS ofrece alguna ventaja frente a Windows o Linux que compense su sobreprecio, y aunque esto es sólo mi opinión personal, mi respuesta es que claramente NO.
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