Una de las consecuencias de la crisis es que ha aumentado el número de opositores. El trabajo para toda la vida parece que se vuelve a valorar por encima de otras inquietudes laborales.
Entre los opositores hay todo tipo de casos: gente que ha perdido el trabajo y gracias al colchón que da durante unos meses la prestación por desempleo retoma los libros y universitarios sin experiencia laboral que visto el oscuro futuro que les depara el mercado de trabajo deciden hacer caso de los consejos de muestras madres, que siempre dicen eso de: "hijo/a, tú hazte funcionario que viven muy bien y no te pueden echar".
También existen muchos casos de mujeres que ven en el sector público unas posibilidades de conciliación entre vida laboral y vida privada mucho mejores que en el sector privado.
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Pero conseguir plaza como funcionario es más complicado que nunca. El número de plazas ha disminuido por los recortes presupuestarios en todos los ámbitos de las administraciones públicas (ayuntamientos, ministerios, diputaciones, etc.), y la competencia es más dura debido al aumento del número de opositores.
Sigo pensando que es mejor opción montar un negocio por tu cuenta, marchar al extranjero, o completar tu formación, pero las oposiciones siempre tienen muchos partidarios.
Via | El Pais