Cuando viajamos y tenemos la desgracia de padecer algún percance como un imprevisto o un accidente, la empresa de transportes está obligada a resarcirnos por los daños causados. E incluso, para los daños de mayor envergadura, como puede ser el caso de una muerte o una invalidez permanente, existen indemnizaciones tipificadas.
Dicho esto, poco se habla de cuándo estos daños se producen a nuestras mascotas, ya que en algunas ocasiones nuestros animales de compañía sufren daños, y parece ser que la legislación se olvida de ellos, al no contemplar indemnizaciones para estos casos.
Un ejemplo reciente de que esto podría empezar a cambiar es la indeminización que va a pagar la aerolínea Air Berlín, por una cuantía de 2.635 euros, al dueño de un perro que murió deshidratado en un vuelo de la compañía en el pasado mes de julio. ¿Por qué no apostar por una legislación más 'protectora' con estos pequeños miembros de la familia?
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