En ocasiones anteriores hemos aprendido unos trucos para aumentar la eficiencia al poner en marcha el coche desde el punto de vista económico, como arrancar correctamente o eliminar el hielo del parabrisas. Ahora vamos a ver cómo podemos hacer un uso más inteligente del climatizador.
En un coche toda la energía sale del combustible, así que cualquier pérdida de energía podemos trasladarla a gasolina o gasóleo y por lo tanto, a euros. La utilización correcta del climatizador nos puede ayudar a reducir el consumo un poco y de paso aumentar la seguridad en nuestros desplazamientos.
Antes de nada, recomiendo a cualquiera no viajar con abrigo en el coche, aunque pase un poco de frío durante minutos. ¿La razón? En caso de accidente, cada centímetro de ropa que se halla entre el cinturón nos acerca peligrosamente al salpicadero o el asiento delantero. El cinturón debe ir lo más ceñido posible al cuerpo.
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Dicho esto, tenemos que aprender en qué se basa la calefacción y la refrigeración en un coche. Responderé a una pregunta clásica: ¿por qué, con el coche recién arrancado, el aire de la calefacción tarda en salir caliente aunque se ponga al máximo?
Si el motor está frío, el aire que entra también, por mucho que pidamos a la calefacción: no es como en casa. Por eso, casi nos da lo mismo poner el climatizador a 24 ºC que a 30 ºC. Basta con esperar unos kilómetros. Cuando el testigo de temperatura del agua se acerque a la mitad, más o menos, el calor estará disponible de inmediato.
La refrigeración sin aire acondicionado se consigue haciendo girar un ventilador eléctrico que bate el aire exterior, pero no hay ningún dispositivo que en realidad enfríe el aire. De esto se puede deducir que el uso del ventilador aumenta el consumo de combustible, poco, pero algo a fin de cuentas. La rueda de la temperatura del climatizador manual mezcla aire del exterior con el aire caliente que emana el motor.
La refrigeración con aire acondicionado funciona de un modo similar a las neveras. El uso de este sistema aumenta el esfuerzo del motor, ya que hay que mover el compresor. Donde más se nota el aumento del consumo es en ciclo urbano, pero en carretera a una velocidad constante el impacto es menor.
En poblado durante época poco calurosa es deseable bajar las ventanillas, sobre todo si nos movemos por una zona con buena calidad de aire. Cuando salgamos a carretera enchufamos el A/C y cerramos las ventanillas, pues modifican la aerodinámica del coche a peor, lo frena, y eso aumenta el consumo. Lo mismo para los techos solares. Además, puede colarse un insecto y provocar una grave distracción al conductor.
Lo deseable es mantener una temperatura de entre 20 y 24 ºC en el habitáculo. El frío es incómodo, y el calor produce somnolencia y cansancio en la vista. Dependiendo de la calidad del coche, habrá que subir o bajar de esas cifras para obtener 20-24 ºC reales. En algunos coches se consigue a 18 ºC, en otros a 25 ºC.
En invierno recomiendo tener la temperatura al máximo si es un climatizador manual, y poner una velocidad de ventilador baja o quitarlo, pues aun así entra aire caliente pero con menor consumo. En primavera-otoño, en días que haga un poco de calor, si no es necesario el A/C lo tendremos desconectado, ¡pero no hay que pasar calor innecesariamente por ahorrar!
El A/C en invierno puede ser útil ya que deshumidifica el aire y reduce la formación de vaho. Si no queremos usar el A/C para desempañar, basta con dirigir aire “frío” hacia los cristales y desconectar la recirculación dentro del coche (se simboliza con flechas que forman un círculo).
En cambio, en verano si usamos la recirculación hacemos que el A/C haga menos trabajo, no es lo mismo enfriar aire caliente exterior que el que está en el habitáculo, ya reducido de grados. En invierno la recirculación favorece el empañado, no es recomendable. No obstante hay excepciones, como entrar en un túnel, pasar cerca de granjas o estar en un gran atasco.
En cuanto a la luneta térmica, tan pronto como no sea necesaria hay que apagarla, aunque en algunos modelos la desconexión es automática al cabo de unos minutos. Como se trata de unas resistencias eléctricas, su consumo es muy elevado, se aprecia en hasta +1 l/100 Km de aumento de consumo. Hay que tener esto especialmente en cuenta en un modelo con algunos años a sus espaldas.
Se trata de obtener un sano término medio entre confort y consumo de combustible. El ahorro que se consigue con esto dependerá de cómo utilicemos el climatizador, es decir, de cuánta energía estamos malgastando, es difícil dar una cifra. Cuanto más consume el motor, más se va a notar.
Fotografía | Javier Costas
En Ahorro diario | Con el motor frío, no des acelerones, Gratis: sistema antihielo para el coche