Me encantan las setas. Son deliciosas, hay mil variedades por lo que no te cansas; puedes preparar con ellas desde mermelada a revueltos, pasando por sabrosas guarniciones, tortillas o pasta. Las setas pueden ser un placer a para todos los bolsillos ya que con un poco de esfuerzo te pueden salir gratis y sorprender a tus amigos o familia con una cena digna de los paladares más sibaritas.
Os propongo que vayáis a buscar vuestras propias setas. De esta forma ya tenéis plan para el fin de semana sin gastar en entradas ni palomitas ni esperar colas. Así vais al campo y así os apartáis durante unas horas del mundanal ruido y encima os traéis un manjar. ¿Apetecible, verdad?
Simplemente tenéis que encontrar un amigo que sea experto en setas para que os oriente o bien os podéis lanzar a la aventura de la recolecta de setas, pero con mucho cuidado. Si no sabeis identificarlas o tenéis dudas con alguna variedad, por favor sed cautos. Llamar a los centros micológicos, donde expertos os dirán si el ejemplar es comestible y os orientarán adecuadamente.
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Para ir a por setas, debes llevar una caja de cartón compartimentada para guardar los diferentes ejemplares, unas bolsas de papel (puedes pedir unas pocas en la frutería) ya que el plástico favorece la fermentación y una navaja. Os recomiendo que invirtáis en una guía para setas, ya que así podrás buscar los ejemplares y saber qué tienes entre manos. Recordad que las setas deben recogerse enteras para su correcta identificación.
Debéis tener presente que vais a recoger setas, no a acabar con una especie, por lo que recoger sólo las setas que vayais a consumir. Es mejor que vayais varias veces y que siempre estén frescas; que no recolectar muchas y que acaben en la basura. Debemos ser responsables con nuestro planeta. Ahora sólo tenéis que buscar una receta y sorprender a vuestros amigos con una cena low-cost, digna de los comensales más exigentes.
Como curiosidad mencionaros que existen lonjas micológicas en algunas ciudades, donde podéis vender las setas que habéis recogido después de pasar un registro sanitario. De esta forma disfrutas buscándolas y te puedes sacar unos eurillos fácilmente. Ya no tienes excusas para amar las setas. Pero sobretodo lo interesante es ahorrarte los 20 o 30 euros que puede salir un kilo de algunas setas (y no hablo de las caras).
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