En esta época de regalos muchas veces a la hora de elegir nuestras compras el desconocimiento puede ser un factor muy importante en la compra de un regalo y más aún en el caso de que este sea un producto tecnológico.
El caso de las cámaras digitales es el más evidentemente, muchas veces “más no es mejor es sólo más caro”. Especialmente hay dos temas decisivos a la hora de elegir una cámara y que esta sea buena, bonita y lógicamente bien de precio.
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Más megapixels no es más calidad. Es con diferencia el mayor mito de todos y una de las formas fácil de que un vendedor te convenza de comprar una cámara más cara, no te dejes engañar muchas veces muchos megapixels no sirven de nada y de hecho puede ser una peor cámara por ello.
Para un uso común de 5 a 8 megapixels es una medida más que correcta y en muy pocas ocasiones tendremos que recurrir a imágenes más grandes que las generadas por esos sensores.
Los extras inútiles. En este último año se ha puesto muy de moda cobrar más por cosas completamente inútiles y que no nos aportan casi ninguna ventaja. El zoom digital es una de ellas, no sirve para nada y si detectas que algún vendedor de cámaras habla de él es que no tiene ni idea de fotografía.
Detectores faciales, de rostro, sensores, wi-fi, bluetooth, todo son tecnologías poco útiles en las mayoría de situaciones, especialmente el tan de moda detector facial. Olvídate de todas estas tecnologías, no hacen que la cámara realice mejores fotografías y sí que suponen un gran sobreprecio al producto final.